Pero cómo le sientan a este chico las aguas ibicencas, madre mía qué fogosidad, qué ardor, pero si iba más caliente que el tubo de escape de su moto; Sete Gibernau, el ex piloto de moto GP y su novia Laura Barriales, protagonizaron estas escenitas a bordo de un yate en aguas del Mediterráneo.
Sete tumbado en la popa del barco y con el mástil preparado, recibe a su chica que se lo come a besos, a la vez que sus cuerpos se soban e intercambian sudores y ahí, pechito contra pechito, se hacen mimos y carantoñas hasta que Sete no puede más y debe de decirle a la insaciable presentadora “o te quitas o te echo un polvo”, así que prefiriendo dosificar los ratos eufóricos, los dos se levantan y disimulan mirando a los delfines.
El ex piloto casado anteriormente con la modelo Esther Cañadas, debe de estar coladito por la leonesa Laura Barriales, ya que con morritos Cañadas nunca se le vio tan eufórico, ni tan arrimadito.
Laura triunfa actualmente en Italia conduciendo un programa de la cadena RAI Due titulado “Mezzogiorno in familia” junto a Sergio Friscia y hace poco hizo unas declaraciones al Diario de León donde dijo solo tener una “razón para volver a España a trabajar y esa razón está en la Ciudad Condal” Nosotros tenemos claro que se refiere a la butifarra, la de Sete Gibernau of course.
Imágenes: Divinity
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