La última en caer ha sido Blake Lively. Justo en el momento en que más se habla de ella por los rumores de su relación con Leonardo DiCaprio, van y aparecen unas fotos suyas desnuda frente al espejo y captadas con un terminal de última generación. Su representante dice que no es Blake y ha ofrecido distintos argumentos basándose en los lunares, el color del pelo y hasta el modelo de móvil. La respuesta del pirata informático que asegura haberlas robado ha sido colgar unas cuantas imágenes más en Internet. El asunto parece que acabará en los tribunales.
Las que sí se retrataron desnudas o semidesnudas con el móvil y luego las imágenes salieron a la luz fueron Rihanna y la chica Disney Vanessa Hudgens. Sin embargo, Jake Gyllenhall se ha librado. Hace solo unas semanas apareció una foto suya en la que posaba haciendo el tonto en calzoncillos y calcetines. Su abogado aseguró que era falsa y posteriormente se demostró que todo había sido un montaje.
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